El clima juega un papel muy importante en el campo. En ZINIO Bodegas sabemos que el verdadero origen del vino está en la tierra. Cada racimo es el resultado de un proceso que empieza mucho antes de llegar a la bodega: comienza en la viña, donde el clima tiene un papel protagonista.
Situados en Uruñuela, en plena Rioja Alta, disfrutamos de unas condiciones climáticas únicas que permiten una maduración equilibrada, una vendimia escalonada y vinos con identidad. A continuación, te contamos las 5 formas clave en las que el tiempo moldea la viña y determina la calidad de cada cosecha.
1. El invierno: reposo vital para la vid
Durante el invierno, la vid entra en dormancia. En Uruñuela, los inviernos fríos favorecen este reposo necesario para el equilibrio de la planta. La acumulación de horas frío ayuda a preparar correctamente las yemas para la brotación de primavera.
En esta etapa realizamos la poda de invierno, una práctica clave para regular el rendimiento del viñedo y preparar la estructura de producción del año. Un clima estable evita la proliferación de enfermedades y mejora la sanidad del viñedo.
2. La primavera: brotación con riesgo
La primavera trae vida a la viña, pero también incertidumbre. Aunque en Rioja Alta las temperaturas son moderadas, las heladas tardías pueden poner en peligro los brotes jóvenes. En ZINIO aplicamos técnicas preventivas como la poda tardía y la monitorización climática.
Es también el momento del cuajado: un buen clima asegura que las flores se conviertan en racimos homogéneos. El viento o la lluvia excesiva en esta etapa puede afectar al número y calidad de las uvas por cepa.
3. El verano: maduración lenta y expresiva
El verano es el momento decisivo para la calidad del fruto. En Rioja Alta disfrutamos de días cálidos y noches frescas, lo que permite una maduración lenta, ideal para conservar la acidez natural de la uva y desarrollar compuestos aromáticos complejos.
Esta amplitud térmica favorece vinos frescos, con estructura y potencial de guarda. Además, gestionamos cuidadosamente el estrés hídrico mediante cubiertas vegetales y manejo del suelo, adaptando la carga productiva según la parcela y el año.
4. El otoño: vendimia al ritmo del clima
La vendimia en Rioja Alta suele extenderse gracias a los otoños secos y templados. En ZINIO Bodegas aprovechamos este margen para vendimiar a mano de forma selectiva, recogiendo cada parcela en su punto óptimo de maduración.
La climatología en esta etapa permite decidir con precisión cuándo cosechar, equilibrando azúcares, acidez y madurez fenólica. Esta estrategia se traduce en vinos más definidos y fieles al carácter del año.
5. Adaptación al cambio climático: viñedos resilientes
Los patrones climáticos están cambiando, y en ZINIO Bodegas nos estamos adaptando para proteger la calidad de la viña:
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Utilización de portainjertos resistentes al estrés hídrico
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Aplicación de cubiertas vegetales para retener humedad y biodiversidad
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Poda en verde para controlar la exposición solar
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Sistemas de control climático en tiempo real
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Estas medidas permiten que nuestras viñas sigan ofreciendo uvas de calidad excepcional, incluso en condiciones más exigentes.
Conclusión: el clima como parte de la identidad de nuestros vinos
La viña es un reflejo directo del las condiciones que la rodean. En Uruñuela, el clima de Rioja Alta no solo condiciona el desarrollo de la planta, sino que moldea el estilo y la esencia de cada vino que elaboramos.
En ZINIO Bodegas trabajamos con respeto y conocimiento del entorno, cuidando cada fase del ciclo vegetativo. Porque entendemos que el vino se empieza a hacer mucho antes de la vendimia: empieza con el clima, la tierra y la viña.
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